Utopía
Estilos y prioridades de Sheinbaum y AMLO
Eduardo Ibarra Aguirre
Una
de las inquietudes periodísticas más recurrente en Palacio Nacional durante las
mañaneras e igualmente en la casa de transición del gobierno de Claudia Sheinbaum
(Río Churubusco 270, colonia El Prado, Iztapalapa, cerca del Centro Nacional de
las Artes) es la relativa a si la doctora mantendrá o no los “diálogos
circulares”, afamados aquí y allende el Bravo y el Suchiate.
La pregunta, formulada de distintas maneras, está cargada
de la fuerza de la costumbre a lo largo de casi seis años y no se olvide que
los seres humanos estamos hechos de costumbres y la incertidumbre sobre lo que
sigue inquieta más en la tercera edad debido a que cuesta más trabajo salir de
la “zona de confort”.
Llamadas conferencias de prensa y que en estricto rigor resultan
mucho más que eso, las matutinas son irrepetibles porque el liderazgo
institucional, político y social del presidente Andrés Manuel también lo es,
con independencia de que estemos de acuerdo o no, total o parcialmente, con el
rumbo por el que conduce a México, o bien que el desacuerdo sea pleno e
inamovible con el también llamado por sus adversarios “señor López”, como
sucede entre la mayor parte de los integrantes o asalariados de la dictadura
mediática y los propietarios de los principales medios impresos, electrónicos y
digitales.
Al comenzar el primer sexenio de la Cuarta
Transformación, un colega me contó que le preguntó Jenaro Villamil, el director
(encargado del despacho) del Sistema Público de Radiodifusión, cuál es la
política de comunicación social del gobierno de López Obrador, y la respuesta
lo dejó pasmado: “las mañaneras”.
Por
supuesto que las matutinas –como
aconseja el farsante de Lorenzo Córdova se les llame– son el principal instrumento de la política de comunicación social del
tabasqueño de Tepetitán (Macuspana), además lo es para fijar la agenda política
nacional un día sí y otro también, explicar el pasado y vincularlo al presente
sociopolítico mexicano, impulsar decididamente lo que AMLO denomina “la revolución
de las conciencias”, para girar instrucciones a su gabinete y a otros
colaboradores, polemizar con quienes lo considera necesario, exhibir a la resistente
corruptocracia, informar del curso de las tareas gubernamentales, escuchar los
reclamos y peticiones con denuncias que a veces exageran los portavoces en los detalles.
Y también para mantener una comunicación permanente con su base social e
interactuar con otros jefes de Estado, incluidos los de Estados Unidos, China y
Rusia.
Por eso son irrepetibles las mañaneras como también el liderazgo
institucional y político de López Obrador. La creación y el ejercicio de aquéllas
datan de 2000-2005, cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal e
igualmente dictaba en buena medida la agenda política nacional.
Todo esto tiene que ver con lo que Daniel Cosío Villegas denominó “el
estilo personal de gobernar”. Y el de Andrés López Obrador es, en la forma y en
el fondo, sumamente singular. Por ello es impropio esperar que Claudia Sheinbaum
Pardo sea mimética y reproduzca las “formas de Obrador”. El ofrecimiento
programático de la dupla Andrés-Claudia es de “continuidad con cambio”.
Y los indispensables cambios de “estilo personal de gobernar”, de
prioridades gubernamentales en educación, vivienda para obreros y jóvenes,
equipo de gobierno con más jóvenes, mayor experiencia y trayectoria
universitaria nada tienen que ver con la desesperada e incluso torpe búsqueda e
impulso de los adversarios de AMLO para meter cuña entre él y la doctora Claudia.
Acuse de recibo
Marko Cortés, presidente del fracasado
Partido Acción Nacional gracias a él y a Xóchitl Gálvez el 2 de junio, se
desdice de las promesas de campaña que publicitó sobre la Pensión del
Bienestar… Hace un par de meses le dijo al impresentable Joaquín López-Dóriga que
si la clase media sale a votar en forma masiva “nos olvidamos de los programas
sociales”. Y ahora jura ante el buen René Delgado que su partido violentó los
tres principios básicos doctrinarios al ofrecer la pensión a partir de los 60
años. No se olvide que este político de segunda fue amo y señor de los “moches”
cuando dirigió la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, en 2015-18… “Yo,
al igual que (Arturo) Martínez Nateras, también sigo esperando dictaminen
mi caso sobre ‘calidad de víctima’ de la guerra sucia en México (1965-1990).
Entregué mi reclamo desde el mes de diciembre de 2023 a la Comisión Especial de
Atención a Víctimas (CEAV) y su comisionada Ejecutiva Martha Yuriria
Rodríguez continúa sin responder”. La denuncia es del doctor Américo Saldívar…
De la señora Luz García sobre la extorsión: “Este delito preocupa, avanza a
todas las esferas de la sociedad, espero nunca nos alcance”… “Estimado Eduardo:
Gracias también por difundir varias cosas que envío. Felicidades a Alexis
(Ibarra Martínez) por su cumpleaños. Saludos y abrazos. Elba” (Pérez Villalba)…
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