Paso a la Celac y fin a la OEA: Aviso a EU y Canadá

Teresa Gil / Libros de ayer y hoy
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La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ha venido funcionando desde febrero de 2010  sin la presencia de Estados Unidos y Canadá. Originalmente la integraban 33 estados, pero el gobierno derechista de Jair Bolsonaro decidió sacar  su país en 2020. La intención de México que la presidirá hasta enero de 2022, y otro países, de convertir a la Celac en el organismo que rija a parte de los Estados del continente y sustituya a una desprestigiada OEA, es informar a Estados Unidos y Canadá, miembros ambos de esta última. La otra opción que se plantea es reformar a fondo a la OEA, cosa que se ve difícil por todos los intereses que arrastra. Hay que recordar, además, que la OEA con gran control estadunidense a través de su vasallo Luis Almagro, tiene su sede en ese país, en el Distrito de Columbia. Los haberes negativos ya se han enunciado a montones en medios informativos y los hemos padecido. Daré solo ejemplos. En el predominio de la OEA, ha habido golpes de Estado, dictaduras militares, enfrentamientos entre países, problemas de límites, agresiones de Estados Unidos como el bloqueo a Cuba y las que propició con la Contra en Nicaragua, e invasiones de ese país del norte, como lo hizo en Granada en los años ochenta. En todo ese tiempo aumentó la pobreza y el desamparo, puestos en escena ahora con motivo de la pandemia.

La OEA, el organismo internacional de América, cayó en descrédito

Creada en 1948 a la vera de la Declaración de los Derechos Humanos de ese mismo año, la OEA tenía el propósito original de velar por la seguridad, la democracia, los derechos humanos y el desarrollo de los países a los que daba cobijo, pero a lo largo de las décadas y cercanía de sus dirigentes a Estados Unidos, fue tomando partido político e ideológico y se lanzó contra países que no pensaban como su mandante. Un caso fue el de Cuba expulsado y más reciente con Venezuela cuyo golpismo ha presionado igual que el nombramiento administrativo de un “presidente” en la persona de Juan Guaidó. Las decisiones de Estados Unidos contra ese país, como el control de sus recursos económicos, están avaladas por la OEA y Luis Almagro. A éste lo desconoció públicamente por escrito su coterráneo, el expresidente uruguayo José Mujica, que lo tuvo en su gabinete. En Bolivia, la OEA también intervino, a cuyo expresidente Evo Morales acusó de haber hecho un fraude electoral, que nunca se demostró y que fue la causa del golpe de Estado que encabezó la ahora presa Jeanine Áñez. Integrada por 35 países, 18 de los cuales son de habla hispana y los demás con idiomas inglés, francés y en casos combinados con idiomas internos, la presencia de muchos de ellos, sobre todo los del Caribe, es mínima y pocas veces salen al público.

Celac, opción para recuperar presencia de América Latina y el Caribe

La Celac se reunirá el 18 de septiembre para definir sus planes. Ese organismo se formó el 23 de febrero de 2010, en Playa del Carmen, Quintana Roo, cuando ya el descrédito de la OEA había rebasado la paciencia de muchos de sus miembros. Actualmente tiene 32 y ha actuado en asuntos que preocupan al continente con una postura crítica hacia la OEA. Su integración en miembros es similar dado que son casi todos los de la OEA y 18 son de habla hispana, 12 de habla inglesa, uno francés y otro holandés. Acompañados de idiomas particulares, indígenas, como es el caso de México que tiene decenas, uno preponderante, el náhuatl. Algunos países quedan fuera porque dependen del Reino Unido y Groenlandia y la Guyana francesa son independientes. En estos once años, la Celac ha tenido varias cumbres y presidencias y la actual la conduce México desde el 2020 para concluir en enero del 2022, como ya se mencionó. El secretario de Relaciones Exteriores  Marcelo Ebrard ha señalado que se informará de la decisión en torno a la Celac, a Estados Unidos y Canadá, el año próximo. Se hará como un trámite necesario por su pertenencia a la OEA. Las propuestas de esa Comunidad giran en torno de lo fundamental en este momento para América Latina y el Caribe, su independencia de los imperios, el reto de una verdadera democracia, derechos humanos plenos, desarrollo  y equidad. Esta equidad deberá analizarse en el caso de los muchos países pequeños, algunos de las Antillas, que permanecen mudos y no tienen voz en la palestra. Dado que en la configuración están países que colaboran con Almagro y en caso de que se consolide la existencia comunitaria, tendrá que haber una nueva formalidad y ética en un cambio que hasta ahora se antoja promisorio. De posturas recientes se han  dado a conocer en documentos (enero 2017) la exigencia de eliminar el bloqueo  a Cuba y el regreso de la sede naval de Guantánamo y más cercano en el pasado 25 de julio, impulsar una agenda de desarrollo e integración de América Latina y el Caribe. La Celac en esa fecha creó especialmente para México, una biblioteca digital en apoyo al proceso educativo.

 

 

Los periodistas, ofendidos: ¿Y la organización colegas?

Teresa Gil / Libros de ayer y hoy
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Fue interesante que en el día del periodista que pocas veces se ha festejado en el país el 8 de septiembre, se recordara a aquel gran mártir del periodismo Julius Fucik. Me gustó que se hiciera en el Club Primera Plana durante el reconocimiento por su trayectoria a más de 190 periodistas, con varias menciones, porque es un personaje de gran aliento para la izquierda, rescatado con toda su grandeza por la Organización Internacional de Periodistas, la OIP. Sin embargo me llamó la atención y ya en el ámbito de la vida cotidiana, que si la información tiene tantas variantes y el medio periodístico tiene tantos temas que abordar, ¿Por qué las fechas conmemorativas se vuelven una retahíla de quejas y un  incesante restriegue de la libertad de expresión? Otros problemas de gravedad que tiene ese sector y que son determinantes para el ejercicio de la profesión, no se tocan. Me refiero a la seguridad ante asuntos peligrosos, con empresas omisas para responsabilizarse, los bajos salarios, la otra seguridad, la social, la siempre olvidada cláusula de conciencia, etcétera. Y lo más grave: el poco interés por la organización, que vendría a ser el recurso que solucione los problemas antes enunciados. Dicha actitud es un reflejo de lo que pasa a diario en los medios en general, en la que se prioriza el chisme, y lo estridente frente a los verdaderos problemas nacionales. Y cuando se tratan hay poca profundización de su verdadero origen, el caso del narco o de los migrantes, por ejemplo, y cuando se hace es con el fin de encontrar culpables. Con excepciones, no suele haber al respecto en el medio mexicano, un sustratum de altura. Apoderados como recalque cotidiano de la libertad de expresión, la violan en forma permanente y se olvidan, además, que dicha libertad también es de toda la ciudadanía, que por lo tanto, es un tercero.

Día del Periodista, en fechas que no hacen mella

De la fecha empresarial del 7 de junio que creó el ahora muy mencionado presidente Miguel Alemán, por su nieto del mismo nombre, y que los periodistas asumieron como propia, se pasó a nuevas fechas. Fue un largo proceso para que muchos se convencieran de que lo que se festejaba el 7 de junio no era sino la prevalencia de los dueños de los medios en complicidad con el poder, frente a un ejército de trabajadores de esos medios, que vivía mal, se exponía al peligro y carecía de la seguridad más elemental de parte de esas empresas. Ahora, algunos cuantos en esas empresas gozan de buenos salarios, pero la gran mayoría del sector, más de 40 mil, sigue en las mismas. La fecha del 8 de septiembre se la atribuyen los argentinos por un acto realizado en Córdoba en 1938, pero dicha fecha se fijó en conmemoración del asesinato de Julius Fucik y éste ocurrió el 8 de septiembre de  1943. Fue en 1958 cuando la Organización Internacional de Periodistas, OIP, fijó en la nueva Checoslovaquia, el Día Internacional del Periodista en homenaje al comunicador caído y en México se ha empezado a aplicar desde hace pocos años. Algunos sectores del medio crearon sus propias fechas y uno de ellos es el del estado de México, que la fijaron el 11 de abril, fecha en la que se imprimió por primera vez el diario El Ilustrador Nacional, en el pueblo de Sultepec en 1812. Esa fecha histórica fue reconocida en actos en la antigua Unión de Periodistas Democráticos, en nuestro país, organismo adscrito a la Felap y a la OIP y recuerdo que hicieron sus dirigentes las impresiones del famoso periódico y dieron a conocer sus propuestas vanguardistas de la época. Pese a esa definición y sus fechas de celebraciones, la situación del medio sigue siendo rala por la falta de organismos fuertes y más cuando los sectores adoptan en este momento una posición de víctimas en lugar de dilucidar cuál es el papel que pueden jugar en un gobierno que ofrece cambios. Las posiciones críticas fincadas en una libertad de expresión utilitaria son beligerantes y acusatorias, pero no hay una autocrítica que visualice hacia su interior, la culpabilidad individualista que arrastran. Cuando no ligada a un poder, un sistema, que en su momento a muchos de ellos los compró.

Fucik al pie de la horca: ¡Mueran el fascismo y la esclavitud capitalista!

Ejecutado por sus convicciones comunistas, el checoslovaco Julius Fucik tuvo tiempo en su prisión, de escribir su famoso libro Reportaje al pie de la horca (Ediciones de Cultura Popular, 1985). Su asesinato perpetrado por el nazismo en el presidio Plotzensee de Berlín, el 8 de septiembre de 1943 y su libro, se convirtieron en frente de lucha contra el nazismo que pasaba criminalmente sobre la vida y que llegó a acumular en la guerra hitleriana alrededor de 40 millones de muertos. Su libro es la descripción clara de lo que es el fascismo. Lo que advierte sobre un posible resurgir si el mundo y la ciudadanía lo permiten. Fucik fue un periodista que desde su adolescencia tenía su diario mural en  Smichov, el barrio obrero donde había nacido el 23 de febrero de 1903. Estudió filosofía y letras y se convirtió  en un periodista completo, de medios comunistas, desde los 18 años cuando se inscribió en el Partido Comunista (clandestino), en la antigua Checoslovaquia. Su lucha fue por la defensa de la vida sobre todo del proletariado y su cercanía con el comunismo ruso le abrieron puertas en la cultura para promover el sistema de izquierda, cuya afiliación lo llevó a la muerte. El reportaje que lo convirtió en símbolo de lucha para los periodistas democráticos, en el que dio a conocer los  tratos y las torturas a los presos mientras recibía tremendas golpizas, fue sacado hoja por hoja del penal por aliados cercanos. Ese gran  clásico se puede encontrar en varias librerías del país, fresco en su vigencia.

 

 

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