Casi 80% de los homicidios son contra varones

Teresa Gil / Libros de ayer y hoy
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El año anterior fueron víctimas de la violencia alrededor de 40 mil personas, de las cuales casi el 80 por ciento de las muertes fueron de hombres. En datos sobre menores, también el 80 por ciento correspondió a varones. Una lucha parcial y las presiones no conducen a nada, cuando hay una sociedad desigual como la que se gestó por décadas en México. Los datos que exhiben las estadísticas en el país, son tan abrumadores, que solo por ellos mismos, advierten que las movilizaciones, las demandas de cambio y de justicia, tienen que ser parejas, para hombres y mujeres afectados aunque no haya igualdad de circunstancias. Los varones siempre pierden. Dividir esa lucha, pasa un poco como en el caso de la no vacunación en países pobres o en personas que simplemente se niegan a vacunarse. Los contagios seguirán. Quienes tiene listas de demandas para los próximos días, documentos y teorías incluso, para denunciar el problema de las mujeres, dejan de lado al otro sector afectado que podría incorporarse solo en una lucha conjunta. El mal hay que enfrentarlo desde la raíz, como lo está proponiendo el actual gobierno; aunque por cuestiones políticas e ideológicas o por enfrentamientos, algunas se nieguen a reconocerlo. La pobreza afecta a más del 60 por ciento de la población. De los más de 62 millones de pobres que se mencionaban en México en 2019, (ya Coneval adelanta para 2021 alrededor de 70 millones), esa pobreza era casi similar para hombres y mujeres lo mismo en los 10 millones de pobreza extrema. La ONU advierte que con la pandemia, la cifra en el 2021 podría aumentar el número de pobres, de tal manera que por cada cien hombres podrían llegar a ser 121 mujeres; una diferencia significativa.

Alto porcentaje de muertes violentas de hombres y de niños menores

Las políticas erróneas y los comportamientos gubernamentales de sexenios que llevaron a esta etapa de violencia, afectan a miembros de la sociedad en sus diferentes niveles, aunque por lo general el más alto porcentaje es en niveles medios y bajos. Las cifras son más contundentes en la diferencia de hombres y mujeres. Estas cifras por lo general del INEGI, aparecen distintas en otras informaciones, aunque no muy alejadas porque dependen de la fecha en la que fueron dadas. El dato de 2018, último de Enrique Peña Nieto y uno de los más violentos, señala 36 mil 517 muertes violentas, de las cuales  3 mil 752 fueron de mujeres, en este caso por homicidios y por feminicidios. En noviembre de 2020, la cifra de hombres era de 28 mil 445 y de mujeres 3 mil 455,  con 78 homicidios diarios de hombres y nueve de mujeres. Al finalizar el año, la cifra era de más de 40 mil. En un dato de julio de 2020 de la Red Nacional para los Derechos de la Infancia (Redim), se da una cifra de  822 menores muertos en forma violenta, de los que 80 por ciento era de género masculino. Los últimos datos  desde fines de 2020, se mencionan hasta el momento, mil 117 menores víctimas de la violencia. Otro aspecto que exhibe la diferencia entre hombres y mujeres es el educativo. A vuelo de pájaro la situación de los menores en la educación de acuerdo a los datos oficiales que se refieren a la baja de 3.8 por ciento que ha experimentado el analfabetismo en el último año, mencionan a la niñez de los seis a los 14 años, y  todos los datos de los menores hombres ¡superan en analfabetismo a las niñas! Eso da una idea de que en una propuesta de cambio, todos esos sectores necesitan ser incluidos. Hay una diferencia abismal entre las muertes violentas de hombres y mujeres y menores varones y niñas y otro tanto en los niveles de analfabetismo. Por lo tanto, si se denuncian agravantes contra el género femenino en dos aspectos fundamentales como son la vida y la educación, los hombres salen perdiendo en alto grado.

La destrucción vital de varones no es parte de marchas y denuncias

La muerte se instaló en  nuestro país por políticas que dieron margen a un crimen organizado que ahora se extiende por varios estados. La complicidad, la omisión y las malas decisiones, han llevado al horror de la muerte en directo que por desgracia todos conocemos y todos los días. La lucha que hace el actual gobierno, aunque ha mermado ciertos porcentajes, no alcanza aún y no sabemos si alcanzará a frenar ese destruir terrible que nos pone en crespones negros en el mundo,  independientemente  de los crespones del covid-19. Los feminicidios que no son sino parte de esa secuela que dejó un sistema injusto y omisivo, son denunciados a diario y en estos días se prepara un arrancón de denuncias como suele suceder la segunda semana de marzo, pero las otras muertes, las masivas, las que abruman en tandas todos los días, que se enfrentan desde la Secretaría de Seguridad, no tienen sector que las encabece, ni luchas que se hagan para rescatar de esa muerte segura a miles de jóvenes que vencidos ante la falta de opciones, se han  sumado al  crimen. Luchar por un sector específico, es tapar el sol con un dedo, el problema principal que es el que se refleja en el otro, está ahí presente, Por eso es importante que quienes defienden a un sector involucren a la sociedad en su conjunto a luchar por todos. Será la única manera de erradicarlas.

La muerte en directo y la deshumanización de los medios

La película francesa La muerte en directo (1980) del director Bertrand Tavernier, es también una crítica directa a la deshumanización de los medios y la forma como usan a las personas en el cumplimiento  presunto de su  oficio noticioso,  sin importar los sentimientos y lo que es peor la vida de los demás. Está basada en la novela del inglés David G. Compton que tres años después, en 1983, prestó otra de sus obras al guion de la película Proyecto Brainston muy similar. Exhibida, recuerdo, en la Cineteca, con una Romy Schneider aún joven pero ya en las postrimerías de su vida, previa a su suicidio. La muerte trágica de su hijo de 12 años, la signó. En el filme, ella, enferma terminal, se presta a la filmación de su vida y su muerte en directo, cuando su marido, un desalmado vende la historia. Así, navega en el filme por pueblos y ciudades huyendo ya de esa filmación, mientras un hombre que tiene una cámara dentro de su propio ojo, la filma. Condolido y enamorado de ella, la ayuda a huir a la montaña donde se encuentra el gran amor de la mujer, nada menos que el ínclito Max Von Sydow, también fallecido el año anterior. Aparece asimismo Harvey Keitel. Compton que ha publicado novelas policiales y de ficción, con diversos seudónimos, nació en 1930 y goza de prestigio en su país y otros confines, ante todo por el préstamo de sus obras a películas de este tipo.

 

 

Las quesadillas de Tirsa: En  este
país somos dos, mujeres y hombres

Teresa Gil / Libros de ayer y hoy
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Las luchas femeninas son justas y hay que apoyarlas,
así se cuelen algunas que llevan agua a su molino.

Hoy fui a comer de las  quesadillas de Tirsa. Ella, una mazahua, no sabe que lleva el nombre de uno de los más grandes dramaturgos y poetas españoles, Tirso de Molina, el hombre que reivindicó con toda su gracia, a las mujeres. Alrededor de cuatrocientas obras lo ponen al nivel de Lope de Vega. Para llegar a Tirsa caminé varias cuadras por Mixcoac. Ella está en una esquinita casi escondida y tiene un comal viejo y retorcido. Como presente le llevé un comalito de 40 centímetros de diámetro, dos manzanas y dos paletas de dulce para sus dos hijitos que juegan a un lado. Niños bien coquetos al rato los tenía pegados de mis piernas ¿Irás a la marcha?, le pregunté y la niebla caminó por sus ojos y se extendió por su cara. ¿Qué es eso?, preguntó. Le expliqué la causa y la razón de que el 8 de marzo sea el Día Internacional de la Mujer y la niebla se acentuó. Se quedó callada y luego dijo: “En mi pueblo todos somos iguales hombres y mujeres. Igual de jodidos”. Le hubiera querido decir que las luchas que buscan reivindicar derechos son justas, así se cuelen algunas de clase media y alta que desconocen la pobreza del indígena, mujeres de derecha que están en contra de derechos fundamentales del cuerpo femenino y de otras que aprovechan  esos caminares para llevar agua a su molino. No lo hubiera entendido. Tiene solo 26 años y parece de cuarenta. Le compré algunas quesadillas, les sobé la cabeza a los coquetos y me regresé a la casa. Ahí, sin hambre al tomar una de las quesadillas, me la comí a fuerzas porque finalmente, esa es la expresión de la lucha de una mujer por la sobrevivencia.

Tirso de Molina, el fraile rebelde y su preferencia por las mujeres

Todas las historias de los clásicos españoles tienen un acento particular. Muchos en realidad eran rebeldes que prefirieron esconderse en conventos para desahogar sus talentos sin la censura inquisitorial de la iglesia y poderosos. Tirso de Molina cuyo nombre real era Javier José Gabriel López Téllez, Fray Gabriel Téllez (1579-1648)  fue un religioso de la orden de las Mercedes que empezó a escribir desde su juventud y al que se le atribuyen los posibles orígenes, entre otras obras clásicas, del Juan tenorio, El burlador de Sevilla. Se le reconoce como un hombre culto, moderno para su época, de un espíritu satírico que escribió alrededor de 400 comedias, algunas  representadas en su tiempo y que son influencia en temas modernos.  Conservadores moralistas de ese tiempo, uno de ellos el Conde-Duque,  lo acusó como prevaricador y de atentados a las buenas costumbres con sus escritos, y pidió que se le expulsara. Tirso simplemente  cambió de convento y así anduvo por ahí de salta la piedra, pese a que en su momento tenía grandes reconocimientos e incluso se le nombró comendador y fue laureado. Un tipazo don Tirso. Sus obras son muchas y famosas, Los amantes de Teurel que ha inspirado películas, Don Gil de las calzas verdes, y sobre las mujeres  que se mencionan entre muchas La celosa de sí misma, La dama del olivar, La prudencia de las mujeres,  Las mujeres que mandan en casa, Martha la piadosa, etcétera. Una característica que destacan sus biógrafos y analistas, es la profundidad psicológica, extraño para la época  en pleno Siglo de Oro, que imprime a sus personajes femeninos.

Don Gil de las calzas verdes y el amor entre mujeres

La comedia de enredos Don Gil de las calzas verdes (Cátedra Letras hispánicas 2007), es considerada la representación más acabada de las comedias de equívocos y una de las que más se ha representado en el mundo desde que la escribió Tirso de Molina en 1615. La obra fue publicada con otras comedias en 1635. Se produce en ella una duplicidad de afectos, una expresión no pensada de lo que serían y harían los personajes, cuando dos de ellos se hacen llamar con malicia don Gil. Una de ellas es Juana la novia-esposa de un hombre Martín el otro que se asume Don Gil,  que la deja para casarse por orden de su padre, con una mujer rica. El disfraz de Juana que es equívoco ya que aparece como un hombre guapo en la comedia, hace que Inés la nueva prometida de Martin se enamore de ella Y así se va deslizando la comedia entre tramas, dobleces, expresiones sexuales entre las mujeres que no se esperaban y la mezcolanza de situaciones que hacen pensar por qué don Tirso era criticado en esos tiempos tan precarios en aperturas y como en este mismo tiempo los gazmoños se asustarían de esas acciones. Lo vemos ahora cuando algunas desaforadas se lanzan contra las que quieren aborto legal y como se asustan los moralistas casi 400 años después de haber sido escrita esta comedia. Quizá muchas de estas expresiones veremos en la marcha del 8 de marzo en medio de la vorágine tan amplia de los organismos que están  convocando y que lo que se espera, al menos, es que sea pacífica y no haya violencia.

 

 

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