Aborto legal, seguro y gratuito

Ana Laura Palomino García / Contexto Latinoamericano
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Bajo el hashtag “Mi cuerpo, mi decisión” cientos de miles de mujeres en América Latina y el Caribe exigen la despenalización del aborto en una zona geográfica caracterizada por ser una de las más severas con respecto a este tema.

Recientemente, el 30 de diciembre y luego de muchos años de lucha, en Argentina se logró aprobar el proyecto de Ley por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, enviado por el presidente Alberto Fernández, con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención.

Sobre este tema, la intelectual argentina Stella Calloni explicó que la expectativa era universal, a pesar de opiniones retrogradas como las del canciller de Brasil, Ernesto Araujo, el cual afirmó que en esta nación suramericana se legalizó la barbarie del aborto, y rechazó que pueda existir esa posibilidad en su país donde, aseveró, seguirá en la vanguardia del derecho a la vida y en la defensa de los indefensos.

También expresaron su opinión contraria en la Cámara de Diputados de Paraguay donde legisladoras y legisladores mantuvieron un minuto de silencio por las vidas de hermanitos argentinos que no van a nacer, a pesar de que, como aclara Calloni, ese país se encuentra ante la mirada del mundo por el reciente asesinato de dos niñas de 11 años a manos del Ejército.

Sin embargo, parece ser que los “defensores de la vida” olvidan además los miles de mujeres que mueren anualmente en clínicas clandestinas cuando no quieren llevar adelante su embarazo, o el caso de una niña de tan sólo 12 años, quien luego de ser violada tuvo que dar a luz, pues durante meses los médicos que la atendieron se acogieron a la “objeción de conciencia”, donde los galenos pueden negarse a practicar un procedimiento alegando motivos éticos o religiosos.

Lo cierto es, que en esta región que habitamos, sólo pueden elegir cuándo y cómo ser madres las féminas de Cuba, Uruguay, Guyana Guayana Francesa, Puerto Rico y los estados mexicanos de Oaxaca y Ciudad de México.

La realidad en otras naciones

De acuerdo con un artículo de la BBC, en naciones como El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Haití, la interrupción voluntaria del embarazo está prohibida sin ningún tipo de excepciones.

Por otro lado, Paraguay, Venezuela, Guatemala, Perú y Costa Rica tienen algunas de las legislaciones más restrictivas y sólo despenalizan el aborto en caso de que la vida o la salud de la embarazada corra peligro.

El resto de las naciones agregan causales que van más allá del peligro de muerte o amenaza a la salud de la madre, aunque cabe resaltar que la mujer debe defender su derecho a presentar alguno de estos supuestos, los cuales, como refiere el diario español El País, deben ser certificados por doctores, jueces, psicólogos.

Países como Chile, Colombia y Brasil circunscriben también en sus códigos penales las variables de violación o inviabilidad del feto.

A su vez, en Bolivia se incluye la causal de incesto, en el caso de Belice, los factores socioeconómicos, y en Ecuador la amenaza a la vida o la salud de la mujer, inviabilidad del feto y violación a mujer con discapacidad mental.

El catolicismo es una de las religiones más estrictas en lo que se refiere a la interrupción voluntaria del embarazo, siendo, además, la fe predominante en América Latina y el Caribe.

Según refiere La Vanguardia, “aunque ningún pasaje de La biblia condena explícitamente al aborto, con el paso del tiempo acabó imponiéndose la visión antiabortista dentro del cristianismo, el cual influye en más de 1 300 millones de creyentes católicos en todo el mundo.

El aborto consciente, seguro, a tiempo, es un derecho que no recae en la fe o la cultura. Constituye un derecho que debe ser respetado y no convertido en un tópico político, idiosincrático o religioso.

#Mi cuerpo, mi decisión.

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