¡Otra vez Lorenzo Córdova y Claudio X. González!

Raúl Caraveo Toledo
Twitter@raulcaraveo

El señor Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del INE desde el 3 de abril de 2014, cuando sustituye a Leonardo Valdés Zurita, quien lo fue de 2008 a 2013; que a su vez sustituyó a Luis Carlos Ugalde (2003-2007), otra vez confunde su responsabilidad de supuesto árbitro electoral, organizador de las elecciones con el de un vulgar pendenciero militante de partido.

En esta ocasión y ante la falta de una oposición articulada, coherente, moralmente responsable; se erige como el líder intelectual de un sector de la oposición moralmente incapaz de enarbolar la defensa de demandas ciudadanas coherentes. El triste papel de cierto sector militante de la oposición actual no es más que rescatar los privilegios que está perdiendo cada día que pasa; desde un inicio Lorenzo Córdova se aferró a la defensa de su sueldo aun cuando el Congreso modificó la ley para evitar que los funcionarios más alto ganen más que el presidente; de acuerdo con la página oficial del instituto al mes de julio de 2017, el secretario ejecutivo del Consejo General, Jacobo Molina, gana 167 mil 781.69 pesos mensuales y los consejeros electorales Pamela San Martín, Adriana Favela, Claudia Zavala, Dania Paola Ravel, Jaime Rivera, José Roberto Ruiz Saldaña, Ciro Murayama, Benito Nacif, Enrique Andrade y el propio Córdova ganaban 178 mil 448.41 pesos por mes; el único que dista, en menor medida de esta cifra, es Marco Antonio Baños, quien obtiene 178 mil 316.41 pesos mensuales por su trabajo.

Otros funcionarios del INE que percibían más de lo que el virtual presidente electo ganaría, son Francisco Naranjo, secretario particular de la presidencia del consejo, con 128 mil 706.39; Diego Cordera Mora, coordinador de logística, con 124 mil 247.43 pesos, y Luis Emilio Giménez, coordinador de asesores de la presidencia del consejo, con 150 mil 689.67. En cuanto al rubro de prestaciones y seguros, todos gozan de los mismos derechos: prima vacacional, prima quinquenal, aguinaldo, gastos funerarios e indemnización por fallecimiento, vacaciones, seguro de vida, colectivo de retiro y separación individualizada. A la reducción del sueldo del presidente de México del 60% y de acuerdo al artículo 127 de la Constitución, fracción II señala que: “Ningún servidor público podrá recibir remuneración, en términos de la fracción anterior, por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, mayor a la establecida para el Presidente de la República en el presupuesto correspondiente”; les ¡valió gorro!

La defensa a sus ingresos –pagados por los mexicanos– pintó de cuerpo entero a Lorenzo; aunque ya antes su arrogancia intelectual la había demostrado cuando se burló de forma racista de un representante de pueblos indígenas en 2015: https://www.proceso.com.mx/nacional/2015/5/19/audioescandalo-en-el-ine-lorenzo-cordova-se-mofa-de-indigenas-147231.html

La oposición que hoy quiere encabezar Lorenzo Córdova y Claudio X. González no es nueva y no es la primera ocasión que un presidente del Instituto Nacional Electoral, antes Instituto Federal Electoral, toma participación en la contienda en defensa de un partido o grupo de partidos; el fenómeno era común en los últimos 30 años, el papel de los consejeros liderados por el presidente del INE era configurar el escenario para hacer inclinar la balanza, minimizando las demandas y reclamos de los partidos de oposición, haciendo caso omiso del rebase de topes de campaña o la participación ilegal de empresas como Soriana en la repartición de dinero, tarjetas o beneficios a manera de compra del voto.

Lo interesante es que hoy en el desmantelamiento del régimen pasado somos espectadores de un fenómeno único; el Consejo General del INE con su presidente Lorenzo encabeza la batalla mediática para detener la información del presidente Andrés Manuel López Obrador y servir de contrapeso al muy posible avance  o confirmación que la masa popular puede dar a la política social del gobierno federal.

En efecto, este 6 de junio se hará una votación que se antoja un referéndum nacional, estamos seguros –quienes estudiamos esto– que Morena como partido en el poder no va a arrasar, es posible que nuevas fuerzas políticas surjan y las viejas, los partidos viejos PRI, PAN y PRD tengan un pírrico resultado, claro que con el apoyo del INE se antoja difícil que alguno pueda perder su registro; hoy nos preparamos para asistir el primer proceso electoral en el marco de un gobierno de izquierda que durante décadas luchó por la democratización y por fin desde el poder encabeza la transformación; mientras que los grupos de poder e influencia en medios de comunicación mantienen los lo que siempre hicieron; engañar, traicionar, robar, mentir manipulando, pero eso sí enriqueciéndose de forma grosera, ejemplos sobran.

Y, si es posible que el proceso de vacunación por covid-19 que se emprende y se antoja esperanzador sirva como un  elemento coyuntural en las campañas políticas, los tiempos se cruzaron, es posible y manejable que hoy el proselitismo electoral no sea mediante el reparto de millones de playeras estampadas, despensas con alimentos echados a perder, gorras y matracas; hoy ya no habrá concentraciones masivas ni dinero al por mayor; pero sí es con acciones en beneficio a los ciudadanos como apoyos directos y protección de la salud, bienvenida la transformación.

Si la oposición al gobierno actual la encabezan personas como Lorenzo Córdova, Claudio X. González, Samuel García, Felipe Calderón, Beatriz Pagés, Diego Fernández de Cevallos, Carlos Alazraki, María Elena Pérez Jaén, Demetrio Sodi, Carlos Elizondo, Rubén Aguilar, entre otros; ese escenario previsible es nada esperanzador para estos grupos de aliancistas que aún no entienden que no entienden.

El ejercicio de censurar al presidente Andrés Manuel López Obrador resulta una balandronada más de Lorenzo Córdova. No es la primera vez que Claudio X. González Laporte, Claudio X González Guajardo, Alberto Bailleres entre otros empresarios son “aliados” de un presidente del INE, este ejercicio, esta novela ya la vivimos muchos mexicanos, sólo recuerden el capítulo fraudulento de 2006 con Luis Carlos Ugalde.

 

 

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