Partidos: Borges como asidero de disculpas

Teresa Gil / Libros de ayer y hoy
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No cabe duda de que el ser humano suele reaccionar igual en circunstancia parecidas, “desde una princesa real a la hija de un pescador”, diría José Zorrilla, el de Don Juan Tenorio. Se ratifica después de saber cómo el escritor de derecha Mario Vargas Llosa utiliza a Jorge Luis Borges, para evadir su posición a veces rayana en la ultraderecha. Y como nos recordó al PAN evadiéndose frente a los males del país, al señalar para disculparse por su responsabilidad moral y económica de disminuir sus ampulosas prerrogativas,  ¡al Tren Maya y sus gastos! No es jalado de los pelos, es la misma conducta. Los partidos han sido la nota oscura en los últimos días y ya lo vivimos en los zarandeos en San Lázaro y más tarde en la comisión del INE que eliminó cinco de los siete partidos que pedían registro y dejó pendientes dos para el día siguiente. Aquel día, vimos el largo zarandeo también, al poner en el centro de la discusión al laicismo, para darle el registro al partido Encuentro Solidario. Fue el único partido registrado formalmente al día siguiente en primer tiempo, ya que  más tarde, el INE negó el registro al partido Libertad y Responsabilidad Democrática, llamado México Libre, por una serie de irregularidades. Todo ante el actuar de una ciudadanía más preocupada por la pandemia y la economía, que por ambiciones de dinero y de poder. A partir de ahí se han desbocado las opiniones sobre la presencia del PRI al frente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y la postura de Gerardo Fernández Noroña. En este caso, son opiniones que soslayan la posición irresponsable del legislador  al poner en riesgo la mayoría de Morena en San Lázaro y al incorporar a dos personajes indeseables de la Ciudad de México, para poder arribar a la Mesa Directiva. Como corolario a ese avatar de partidos, el presidente AMLO, que celebró el rechazo a México Libre como un triunfo popular,  insiste en que los partidos deben de disminuir sus prerrogativas en  el próximo presupuesto hasta en 50 por ciento, para dar apoyo a la vacuna contra el Covid-19. Morena presentó una iniciativa.

Vargas Llosa usa a Borges para evadir su propio derechismo

Los lectores del argentino Jorge Luis Borges ya conocen su posición ideológica y los apoyos que dio en diferentes etapas de su vida. Pese a eso, en sus visitas a México (1973, 1978 y 1981) fue un hombre respetuoso en aquellas épocas de los setenta y ochenta y a cambio ha tenido el aprecio y reconocimiento de ciertos sectores intelectuales. Recibió el premio Alfonso Reyes a quien él reconoció como un gran escritor. Mario Vargas Llosa, un hombre soberbio a quien Gabriel García Márquez conocía muy bien, ha intervenido en varias ocasiones en la vida interna de nuestro país, en el que vivió respetuosamente el colombiano, al tomar partido y periódicamente nutrirse de la publicidad y recursos de seguidores en México, como lo acaba de hacer en Querétaro. Ahí, en el encuentro Hay Festival Digital 2020,  entre elogios a Borges, aprovechó para golpear innecesariamente al escritor argentino y presumir de lo contrario.  Y lo hizo para parapetarse en una postura democrática que no tiene. Vargas Llosa ha sido aliado de la derecha española, cuya nacionalidad también tiene junto con la peruana. Esa derecha le dio el título de marqués. Han sido constantes los ataques a los gobiernos de izquierda y democráticos. Cuando critica a Borges por haber apoyado a los militares argentinos se le olvida que él ataca a Evo Morales que ha sido electo democráticamente y lo mismo hizo con Hugo Chávez y lo hace con Nicolás Maduro. Respecto a éste, apoya el golpe fraguado por la OEA. En su insistencia sobre Borges, escritor ya inscrito entre los grandes a nivel mundial, señaló en el encuentro que éste no tiene seguidores de su obra porque los apabulla con su buena literatura. En un presunto elogio, lo deja acéfalo de influencias; un escritor, en fin, que no trascenderá a través de otros, según el peruano-español.

El fin de muchas ambiciones partidarias y también en la literatura

El fin se llama el relato de Jorge Luis Borges en el que éste destruye a un mito argentino: Martín Fierro. En nuestro país en el que algunos dicen que no pasa nada, han ido cediendo paso a paso los valores antiguos en sistemas, partidos y personajes que remontaron por la riqueza del país. Se van desmoronando nombres, personajes y fortunas y se exhiben a diario las cargas que tuvo el país en estas décadas y como afectan actualmente a la población ¿Volverán, resucitarán algún día? Todo depende del pueblo. En su relato, incluido junto con más de 60 trabajos en poesía, relatos y prosa en su Nueva antología personal (Club Bruguera, 1980) Borges expone de manera sencilla como aquel hombre que le dio imagen a un país y llenó millones de páginas en el repetir de sus historias, puede morir en unos minutos en un espacio de tres páginas librescas; asesinado por un gran escritor. Y su muerte directa, como un ejercicio de justicia, lo realiza un pobre negro que ha esperado el momento para vengar a su hermano, asesinado por Martín. Las alegorías y las muertes metafóricas, pueden verse desde muchos puntos de vista.

 

País de inocentes, llanto tardío e inocencia proclamada

Teresa Gil / Libros de ayer y hoy
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El avispero que saltó tras el documento filtrado el 19 de agosto, tuvo dos respuestas desde el Poder Ejecutivo: la primera sobre su  autenticidad por la forma como se han apresurado a deslindarse los mencionados y la segunda más conciliatoria: el que no haya robado no tiene por qué preocuparse. A lo largo de todos estos meses, las reacciones han sido similares: el clamor por la inocencia envuelta en términos peyorativos respecto a las acusaciones, “son absurdas, son falsas, son inventadas”; la denuncia de persecución y el lloriqueo que acompaña las ínfulas de una vida honesta. No es remoto pensar que alguien de los señalados sea inocente, que no cubra los términos de las acusaciones o haya escondido tan bien sus faltas que sea difícil descubrirlas. Cualquier extraño podría preguntarse quién robó, quién saqueó, que hacían esos santos inocentes en los asientos que se adjudicaron muchas  veces con fraudes electorales. Es cierto que las pruebas son fundamentales en un  proceso, pero ese mismo extraño preguntón podría hacer un recorrido para ver las miles, quizá millones, de miserables casuchas donde habita casi la mitad del pueblo mexicano. Eso cuando tienen techo. Y hacer el contraste con las grandes residencias de los políticos. Podría agregar los salarios, la falta de seguridad social, las carencias vitales que ha tenido a lo largo de décadas el pueblo mexicano. Ahí tendría las pruebas reales y los gemidos, hipeos y gimoteos aparte, de los que se asumen inocentes. Y hay quienes desean vivir un presente donde el pasado no existe y les molesta que se mencione ese pasado, pero lo curioso es que el bamboleo señalador es para volver precisamente a ese pasado, ¿quién los entiende?

Déjenme llorar
como llora un niño
Cuando le han robado
el lindo juguete
que más ha querido

El llanto como expresión de dolor, despecho, furia y apariencia

Una expresión corporal como el llanto, que es tan común en el ser humano sobre todo en los niños, tiene detrás una cauda de significados, estudios, análisis, vinculación filosófica y social, evidencia clasista y machista y desde luego un brote físico que se expresa en determinados momentos. Por siglos se ha mencionado como una expresión de debilidad para el hombre y se le concentra en las mujeres.

Dicen que los hombres
No deben llorar
por una mujer
que ha pagado mal.

Pese a que era una mujer poderosa, la sultana Aixa relacionó para siempre a las mujeres con el llanto a partir de la frase que se expresa desde enero de 1492: “No llores como mujer lo que no pudiste defender como hombre”. Dicen las crónicas que se la  dijo a su hijo Boabdil (el Chico), que fue nada menos que Mohammad XII, último rey de los islámicos, cuando perdió el reino de Granada y tuvo que entregar a los acaparadores Reyes Católicos la llaves de la Alhambra. La educación tradicional se sumó a esa idea y ha sido común que se diga a los niños que los hombres no lloran. Quizá por eso se baja el tono y el gimoteo y el lloriquear por un quítame estas pajas, sea la costumbre más común de ciertos hombres, sobre todo cuando se evaden de sus culpas, se quejan y gritan que son inocentes, como muchos de los 17 que se mencionan en el documento de más de 60 páginas de Emilio Lozoya Austin; Carlos Salinas, Felipe Calderón, Enrique Peña, Ricardo Anaya et al. A los  lloriqueos suele seguir, como un contrasentido, la búsqueda de amparos.

Déjenme que estoy llorando
un consuelo estoy buscando
quiero estar solo con mi dolor

Lo curioso del caso, es que en la poesía son los hombres en su mayoría los que usan el llanto y las lágrimas como inspiración. Estuve viendo la lista de 89 poemas escritos sobre todo por clásicos españoles. Hay pocas mujeres y del siglo pasado me llamó la atención el nombre y el inicio del primer verso, del poeta argentino fallecido en los años sesenta, Oliverio Girondo a quien se califica como un hombre sensible y comprometido. Dice el título: Llorar a lágrima viva, llorar a chorros. Muy gráfico cuando lo que se ha perdido, el poder por ejemplo, es muy grande.

Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías

El llanto expresado en la poesía, es un llanto auténtico. Es desgarrador leer la primera elegía de las cuatro que le escribió Federico García Lorca, a su gran amigo Ignacio Sánchez Mejías, muerto por la cornada de un toro. Los hechos ocurridos en Manzanares en 1934, se manifiestan en un llanto que sale brotando a la par que se describen. A Ignacio, escritor de la Generación del 27 y también torero, lo tomó desprevenido el toro y ahí mismo murió, cuando lo llevaban en la camilla. Las elegías que escribió Lorca son La cogida y la  muerte, La sangre derramada, El cuerpo presente y el alma ausente.

Y fue tan terrible para el poeta, que él vio como:

Y los toros de Guisando
casi muertos, casi pena
mugieron como dos siglos
hartos de pisar la tierra.

A 84 años del asesinato de García Lorca por el dictador Francisco Franco, que se cumplieron el pasado 18 de agosto, hubo recuerdos en memoria de este gran poeta. Yo me he sumado; lloraré, lloraré tu partida. Fue tan terrible su muerte, que le robaré un retazo a Jaime Sabines:

Quiero llorar a veces y no quiero
llorar porque me pasas
como un derrumbe, porque pasas
como un viento tremendo, como un escalofrío,
debajo de la sábanas.

 

 

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