Evo y el rabioso orden jurídico de
la OEA para dar golpe de Estado

Teresa Gil / Libros de ayer y hoy
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El orden jurídico amañado de la OEA, tumbó a Evo Morales y  el ejército traidor, apoyó al organismo latinoamericano. Dicho orden se ha usado en México con frecuencia para fines de interés y lo vimos en el caso del aeropuerto Santa Lucía, con alrededor de 140 amparos que fueron presentados para frenarlo. Una actitud chueca, según lo señaló AMLO en Yucatán. Pero en otros países se dan vuelo usando las normas internas y si se puede las internacionales, para interpretarlas al gusto y hablar de legalidad y legitimidad. Lo hizo Guaidó para dar un golpe de Estado administrativo el año anterior y asumirse como presidente de Venezuela. Es el instrumento puesto en práctica para derrocar gobiernos legítimamente electos, como fue el caso de Dilma depuesta en Brasil porque se armó un reporte jurídico que la tumbó. A Evo lo presionó la OEA, en un análisis sobre las elecciones que no ha salido a la luz pública hasta este momento, en el que acusa que hubo irregularidades en el pasado proceso electoral y a su vez  imponía que Evo debería convocar a elecciones. La “sugerencia” de un organismo que tiene inclinación por las posiciones del imperio gringo y que es apoyado en buena parte por los gobiernos derechistas del continente, estuvo acompañada por una serie de hechos violentos que llevaron incluso a la muerte, al secuestro, quema de casas, con amenazas de todo tipo, etcétera. La ciencia jurídica no se ha andado por las ramas y sus postulados devienen siempre en asuntos de voluntad. El Derecho es un instrumento que puede ser usado según los intereses y en el país los casos son miles y se relacionan con corrupción y negación de justicia. O de asuntos de Estado, como calificaron el caso de Florence Cassez, liberada sin sentencia, para quedar bien con Francia. De los más cercanos aparte del de Santa Lucía, podríamos mencionar la liberación en momentos significativos al cumplirse cinco años del hecho, de decenas de los indiciados en el caso Ayotzinapa. ¿A quién o a quiénes favorecía esa coincidencia?

Oferta de asilo a Evo; sus funcionarios están en la embajada de México

El problema boliviano se precipitó y lo primero que ha hecho la fiscalía ha sido detener a los integrantes del órgano electoral que avalaron el triunfo de Evo Morales el pasado mes de octubre. Más detenciones se llevan a cabo y funcionarios del gobierno de Morales están asilados en la embajada de México. Se trata de un golpe violento que aunque se apoya en una información normativa de la OEA para exhibir a Evo en irregularidades del reciente proceso electoral, en realidad presenta todas las características del golpe miliar violento con detenidos y mano fuerte. Evo había volado a Cochabamba y la oferta de asilo de México fue presentada ayer en el anochecer por el canciller Marcelo Ebrard. Llama la atención  la forma como la OEA, el organismo internacional que debería de unir a los pueblos americanos, haya puesto en manos del ejército los datos para golpear al gobierno de Morales. La aprehensión a los miembros del órgano electoral viola todos los derechos porque la acusación de la OEA no puede haber causado un efecto tan inmediato. Pero están usando ese derecho a su antojo. Se trata de una embestida militar de las más violentas, con los apoyos del exterior. Las decisiones sobre detención las está tomando la fiscalía mientras se define al titular del gobierno y en tanto se convoca a elecciones. La Constitución boliviana señala quiénes pueden suceder al presidente o al vicepresidente en ausencia.  Algunos funcionarios en los que puede recaer han renunciado. Su carta magna promulgada por Evo en febrero de 2009, tiene a diferencia de la mexicana con solo 136 artículos,  411 artículos y varios transitorios. Es una Constitución muy minuciosa. Tiene capítulos para defender  los derechos indígenas, de los adultos mayores y de muchos sectores incluyendo a los personas privadas de su libertad. Está volcada en ella la mano progresista y de izquierda de Evo y los que lo acompañaron en 14 años.  

El Derecho se usa mientras sirve, antes de que ocurra el caos

La forma presuntamente propia que se está usando en el sistema de lentitud golpista es apegarse a la norma jurídica. Agarrado en una trampa, el gobierno afectado, se encuentra de pronto con órganos que funcionan a la par y que coaligados inclinan el dedo. A diferencia de la entrada militar violenta o sorpresiva tipo Chile y otros golpes en Latinoamérica, el actual  sistema ha dado resultado porque se apoya en una serie de medidas que van debilitando al gobierno que se quiere tumbar. Nicolás Maduro ha sido hábil al evadirlo, porque el ejército se ha mantenido firme y tiene además, el apoyo ruso. A Cuba se le ha entrado por un aspecto más sensible a través del bloqueo, otra forma de ir minando la fuerza del poder. Lo ocurrido ahora en Bolivia podría no quedar en un simple cruce de brazos de la población que está con Evo. Su presencia durante 14 años, dejó huellas importantes en el desarrollo de ese país y hay un pueblo firme que hubiera  votado de  nuevo por él, si no se hubiera precipitado la situación. En los primeros momentos de la renuncia, los opositores salieron a la calle a celebrar la medida. Pero cabe preguntarse si las protestas de los leales a Evo serán acalladas y si, imprudente, el imperialismo que apoya este golpe, no está usando una estrategia que puede obligar al  pueblo a volcarse a las calles. En ese caso como está pasando en Chile a cuyo gobierno sigue sosteniendo Estados Unidos, con un pueblo levantado, ni la más estricta norma jurídica puede servir. Así se hicieron las revoluciones.

 

 

Fracaso de organismos mundiales:
Guerras y golpes a la orden del día

Teresa Gil / Libros de ayer y hoy
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Veinticinco guerras estaban activas en el mundo en 2018, diez reactivadas en este año, sin que la ONU pueda hacer nada. Catorce golpes de Estado se han producido en América dentro de la vigencia de ese organismo. Los que, estos últimos, se le acreditan a la Organización de los Estados Americanos (OEA) desde 1948, cuando fue creada y en algunos de los cuales ha participado en calidad golpista, como en el reciente caso de Bolivia. Los más recientes son éste, de Bolivia, del 10 de noviembre de 2019 contra Evo Morales y el de Honduras el 28 de junio de 2009, contra Manuel Zelaya, ambos presidentes legítimamente electos. La ONU lleva el camino de la Sociedad de las Naciones, desaparecida en abril de 1946 por ineficiencia. Otros organismos como la OEA pueden seguirle. El caso emblemático de esas guerras es Siria cuyo conflicto es exacerbado por Estados Unidos sin que el Consejo de  Seguridad de la ONU pueda hacer nada. Ese país ha perdido a miles en esta guerra y más de seis millones de sus habitantes lo han abandonado. En los catorce golpes de Estado en América, la ONU solo ha hecho advertencias en algunos casos y lamentaciones cuando han ocurrido. En el caso del golpe dado a Evo el 10 de noviembre ha manifestado su gran preocupación  y advertido de actuar “con moderación” término que no tiene una aclaración cabal.

Pagamos a organismos internacionales que nos fallan

Tanto a la ONU como a la OEA, los países  miembros les pagan una cantidad para su defensa. Deben de cubrir costos los ciento noventa y siete miembros reconocidos de la ONU, aunque a veces algunos acumulen deudas, pero también cosa insólita, pagan los países que no son miembros. El documento de la Asamblea General de ese organismo señala en su artículo ciento sesenta las formas de pago de acuerdo a la capacidad de cada país, pero hay un apartado que sorprende: es un pago extra para “preservar la paz”. En el caso de la OEA con treinta y cuatro miembros, éstos deben pagar y en 2017 se elevó la cuota en tres por ciento para rebasar los ochenta y cinco millones de dólares que tenía como presupuesto anual. Hubo una gran discusión al respecto ya que hay países que tienen mucha deuda y solo veinte y cuatro aceptaron el aumento. Singularmente, quien encabezaba la lista de los que aceptaron fue México. Un  país rico como Canadá se negó a avalar el aumento dando a entender que no iba a seguir manteniendo a los países deudores. El que más aporta a ese organismo es Estados Unidos, lo que explicaría el servilismo que le dispensa el secretario general Luis Almagro, al grado de ser el que organiza los golpes en su nombre lo ha intentado muchas veces en Venezuela, como el reciente de Bolivia.

La ONU puede terminar como la Sociedad de las Naciones

La Sociedad de las Naciones, también llamada Liga de las Naciones, fue creada a partir del Tratado de Versalles, de junio de 1919, como el primer organismo universal de países llegó a tener cincuenta y siete miembros, pero a los diez años su gestión se había opacado. Su principal aporte fue a fines de la primera gran guerra. El surgimiento del fascismo y el repunte con Hitler  de los nazis en Alemania, dio al traste con este organismo en cuyo imperio, solo en la Segunda Guerra Mundial,  murieron alrededor de 40  millones de personas. Se sostiene que cuando surgió la actual ONU en 1945, todavía con la vigencia de la Liga, en sus documentos se hizo lo posible porque no apareciera ese precedente para borrarla del mapa en plan completo. Actualmente la ONU navega en esa situación endeble, cuando las guerras el caso de Siria agredido por Estados Unidos, es infame, las desavenencias  y golpes en el  mundo están al día para muestra está el de Evo el pasado 10 de noviembre y las amenazas e injurias del imperio contra países respecto a los cuales la ONU se queda callada.

 

 

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