¡Aguas con la oligarquía!

Moisés Edwin Barreda / Silabario de política
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Los acontecimientos en el país confirman a los sabios en el sentido de que entre más ignorante es un pueblo, más rápido germina la semilla que es la propaganda y actúa como viento y mueve a las masas. Confirman lentamente el concepto de Gustavo Le Bon: la masa es voluble, “rebaño servil que no puede vivir sin amo”. Lo comprobamos con los que dicen hasta con jactancia, estar arrepentidos de haber votado por AMLO. Ese viento, inútil pero inquietante cruzada contra el régimen popular, lo genera la oligarquía mediante gran variedad de voceros a buen precio en todos los medios.

Básicamente como sabemos, la propaganda contra persona física o moral y aun naciones estriba en difusión de información negativa o positiva según objetivo del emisor. Si negativa como la actual enderezada contra el nuevo régimen por los oligarcas llorones por su derrocada pridictadura, necios en restaurarla, se vale de crítica perversa, información falsa, chistes y caricaturas mordaces o burlonas para depreciarlo, convertir en animadversión la simpatía popular.

Les dificulta éxito la emulsión de la simpatía que AMLO conquistó con su lucha tenaz, y el rencor de los ciudadanos que renunciaron a la resignación y al “¿pa’qué voto si todo sigue igual?” Es el mismo rencor, pero magnificado, del pueblo a la pridictadura por el que el tristemente célebre pillastre Vicente Fox ganó la Presidencia y luego traicionó al propio pueblo convirtiendo el gobierno de la república en botín para su clan, con pláceme del traidor Carlos Salinas de Gortari.

Como desde hace tiempo digo, buscan crear el clima social que justifique y aun aplauda golpe de Estado similar al que la derecha y el alto mando del Ejército chilenos, comprados por Washington mediante la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, siglas en inglés), y movilizados por su Agencia Central de Inteligencia (CIA), asestaron al régimen de Salvador Allende instaurado por el pueblo. Se sabe que lo facilitó el hecho de que el gobierno allendista no tenía mayoría en el Congreso, lo que no sucede al régimen de AMLO.

Sería muy positivo que el régimen de AMLO contrarrestara el aparato de propaganda creado por los oligarcas con mercenarios de la información, adquiriendo asesoría de periodistas experimentados a su novel equipo de comunicación social –que lo mal informa–, difundir junto con la Cartilla moral de Alfonso Reyes, buen resumen de “psicología de las masas”, de Gustavo Le bon y de lo escrito por Segismundo Freud respecto de las masas.

A esta tenebrosa campaña de la oligarquía encabezada por el perverso y truculento Salinas de Gortari contribuyen entusiastas los expresidentes panistas Vicente Fox (la zorra) y Felipe calderón (fecal).

Y como bien nos informó la colega Manu Dornbierer, la razón asiste a la diputada federal Tatiana Clouthier cuando pregunta públicamente a los propios oligarcas y sus socios, a los  por fortuna escasos ciudadanos que –víctimas ya  de la propaganda– critican acerbamente y sin fundamento al nuevo régimen, y a quienes se dicen arrepentidos de haber votado por AMLO y así contribuyeron al derrocamiento de la pridictadura, que en conjunto justifican a quienes optaron por los oponentes de nuestro actual presidente:

“¿Dónde estaban cuando Vicente Fox dejó morir la hidroeléctrica La Parota y despilfarró entre 850 y mil millones de pesos por pura incapacidad?

“¿Dónde estaban cuando Felipe Calderón abandonó la construcción de la refinería Tula-Hidalgo y provocó una deuda de mil 500 millones de pesos por una estrategia energética fallida?

“¿Dónde estaban cuando Enrique Peña Nieto canceló la construcción del tren México-Querétaro provocando que el gobierno chino demandara una indemnización (en curso) de 11 mil 200 millones de pesos por pura corrupción?

“No se hagan. No les incomoda la deuda pública ni la cancelación de obras públicas (algo muy común en todos los países del mundo y que jamás han llevado a la quiebra a una nación).

“No. Lo que les incomoda es que en este país se consulte a la gente. Y que sientan sus privilegios amenazados cuando se les recuerda que su voto de niño aburguesado vale lo mismo que el campesino y el obrero.”

¡Cuidado con la propaganda de la oligarquía y lo que busca con ella!

 

Fin a PRI, PAN y salinato

Moisés Edwin Barreda / Silabario de política
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Se columbra la desaparición del prianato y el salinato, es decir el PRI, el PAN y el “imperio” que el traidor a la patria Carlos Salinas de Gortari instauró mediante la sucia alianza que hizo con la corrupta cúpula panista desde la Secretaría de Programación y Presupuesto entre 1982 y 1988 para hacerse con el poder a toda costa, lo que consiguió burlando la voluntad popular favorable a Cuauhtémoc Cárdenas.

Esa importante y necesaria ablación política se lee entre líneas en el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador ante miles de compatriotas congregados el 1  de julio en el corazón de la república para festejar la fiesta cívica en que devino la revolución de las conciencias que impidió el fraude electoral preparado por la pridictadura para volverle a frustrar el triunfo electoral.

Se infiere cuando expresa “con toda sinceridad” a los congregados, que “me siento optimista” y piensa que “a más tardar en diciembre” –‘dirán que no se puede, pero sí se puede’–, “terminaremos de arrancar de raíz al régimen corrupto y quedarán construidas las bases para la transformación política de México”.

Ni siquiera los más conspicuos oligarcas podrán alegar que hubo mano negra para la desaparición del prianato y seguramente sus patiños, porque ya languidecen, uno porque ya no puede robar caudales públicos; el otro porque los dos militantes que llegaron a la Presidencia, uno gracias al rencor popular hacia la pridictadura y otro por fraude electoral, se dedicaron al latrocinio, el crimen y la traición a la patria, sin contar el descrédito de sus “dirigentes”.

AMLO planteó explícitamente, que trabaja “de prisa y con profundidad” para sentar las bases de la transformación de la vida pública del país y sea irreversible incluso “si desgraciadamente regresara al poder el conservadurismo” –los oligarcas que fueron pridictadura– “faccioso y corrupto (‘toco madera’ –dijo) podrían dar marcha atrás a lo establecido y ya logrado en beneficio del pueblo”.

Estoy seguro de que AMLO sabe que 80 por ciento de los mexicanos nos opondremos a que los oligarcas, a los que él atinadamente llama “conservadores”, consigan exhumar a la pridictadura, ambición que denuncia la cruzada que han emprendido mediante mercenarios del periodismo y la justicia, es decir la “lluvia de amparos” y el “sabotaje legal”.

“Nadie podrá revertirla (la transformación) si forjamos conciencia colectiva sustentada en el amor, la justicia y la honestidad; imaginen si el pueblo les permitiría que la corrupción volviera a ser considerada delito no grave o que se tolerara de nuevo la condonación de impuestos a los grandes contribuyentes, como se hizo por décadas, o que el gobierno volviera a ser pequeño comité al servicio de pequeña minoría de políticos corruptos y traficantes de influencia, en tanto que la mayoría de los mexicanos empobreciera y resurgiese la miseria pública”.

Dio otro revés a los oligarcas al anunciar la proscripción de la siembra de transgénicos que tanto apoyó la pridictadura a pesar de la franca oposición de organizaciones sociales y campesinas. Excepto la CNC, cuyos líderes apoyaban a la Monsanto por consigna de su exlíder, entonces senador, Heladio Ramírez López, cuyo mayorazgo es director del ISSSTE. Lo peor fue que la pridictadura hizo más de 100 promociones para echar abajo la suspensión provisional de la siembra de maíz y soya transgénica. Y por si esto fuera poco, subrayó que no habrá fracking.

Optimista, AMLO reiteró estar convencido de que “por sus abundantes recursos naturales y, sobre todo, la vocación de trabajo (certificada por la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) de nuestro pueblo, nuestro querido México se convertirá en potencia económica con dimensión social y con la grandeza moral y cultural siempre han estado presentes en su esencia profunda. También escuché entre líneas, que la noche del 15 se septiembre México celebrará con fiesta nunca vista, a la que invitó a los miles circunstantes que inundaban el Zócalo, su independencia de los organismos internacionales que dictaban las políticas públicas, de los oligarcas que eran la pridictadura y, a mediano plazo, los pesadísimos lastres que son el prianato y el salinato.

Mención aparte merece recordar la admiración que AMLO dijo sentir por el general José Francisco Múgica Velázquez. Lleva implícito su reconocimiento al grupo (denominados jacobinos) de seguidores de Ricardo Flores Magón que el michoacano encabezaba, quienes en franca oposición a intereses e ideología de Venustiano Carranza, impusieron en la Constitución de 1917 los ideales del que fue verdadero precursor de la Revolución mexicana, impresos en el manifiesto del Partido Liberal Mexicano de julio de 1906.

 

 

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