Los océanos frente a la marea asesina

Mario Muñoz Lozano / Prensa Latina
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La Habana. Más de 100 mil animales marinos como pingüinos, ballenas, tortugas, focas, peces, marsopas y delfines mueren cada año debido a la ingesta de plásticos convertidos en basura que invade mares y océanos. Además que la contaminación por plástico cuesta la vida de un millón de aves marinas, reporta la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Según la iniciativa mundial Océanos Limpios, entre 60 y 90 por ciento de la basura marina está compuesta por diferentes componentes de polímeros plásticos que afectan directamente el ecosistema de los mares, ya que muchas especies la consumen al confundirlas con alimentos. Lo peor es que luego de morir su víctima y descomponerse, los polímeros no se degradan y vuelven a constituir un arma mortal para otros animales, incluso para los seres humanos que los consumen.

Se estima que cada año una persona come 70 mil fragmentos de plásticos diminutos presentes en la miel, la cerveza, el agua, la sal marina, peces y crustáceos, aves y hasta en el aire que se respira.

Activistas medioambientales aseguran que la única solución posible es reducir la producción de plásticos. Porque “incluso, si logramos nuevos sistemas de reciclado, algunos materiales siempre serán problemáticos, habrá que dejar de producirlos y de utilizarlos”, consideró Laura Chatel, activista de la asociación medioambiental Zero Waste France.

Océanos y mares son los grandes perdedores cuando de botar basura y plástico se trata, sobre todo porque no pertenecen a país alguno y no cuentan con gobiernos que los protejan seriamente.

Se calcula que un total de 13 millones de toneladas de plástico se filtran en los océanos cada año, una catástrofe que evidencia la falta de compromisos y el irrespeto de numerosos convenios internacionales que refrendan la protección de océanos y mares. La cifra es el equivalente al peso de 800 torres Eiffel, suficiente para cubrir 34 veces la isla de Manhattan o el peso de 14 mil 285 aviones Airbus A380.

Un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos determinó que las embarcaciones transoceánicas arrojan en conjunto cuatro millones de kilogramos de plástico al mar, que son arrastrados por las corrientes hacia los más diversos confines de la Tierra. Se han encontrado bolsas plásticas flotando en el norte del Círculo Polar Ártico y en las Islas Malvinas. Estudios revelan que el 80 por ciento de la contaminación es causada por los seres humanos.

El pulmón azul del planeta

Cada 8 de junio, la ONU celebra el Día Mundial de los Océanos para crear conciencia sobre el papel crucial que estos desempeñan en la vida del hombre y las distintas maneras en que las personas pueden ayudar a protegerlos. Los océanos actúan como pulmones del planeta, ayudan a regular el clima, proporcionan la mayor parte del oxígeno que respiramos, una gran parte de los alimentos, además de brindar otros efectos beneficiosos para el medio ambiente, la sociedad y la economía.

Cubren tres cuartas partes de la superficie terrestre, contienen 97 por ciento del agua de la tierra, y su volumen representa el 99 por ciento del espacio de vida del planeta. Los medios de vida de más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera.

Sin embargo, el 30 por ciento de las poblaciones de peces del mundo está sobreexplotado, alcanzando un nivel muy por debajo del necesario para producir un rendimiento sostenible.

Los océanos también absorben alrededor del 30 por ciento del dióxido de carbón generado por las actividades humanas y se ha registrado un 26 por ciento de aumento en la acidificación de los mares desde el inicio de la revolución industrial.

En ellos habitan  cerca de 200 mil especies identificadas, pero las cifras reales pueden ser millones.

Contra los plásticos de un solo uso

En junio de 2017, el organismo internacional realizó la Conferencia de los Océanos, donde se lanzó una alerta global para enfrentar la degradación de la salud de mares y océanos e intentar revertir su deterioro con soluciones concretas. En el evento fueron entregadas más de un millón de firmas a favor de la eliminación del plástico de un solo uso en todo el mundo en los próximos cinco años.

Más de 20 países se unieron a la iniciativa, que llama a los gobiernos, las empresas y los ciudadanos a acabar con el excesivo uso del plástico en artículos desechables y los microplásticos en productos de belleza para el año 2022. La Conferencia reiteró la necesidad de implementar el objetivo 14 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por todos los Estados miembros de la ONU, el cual llama a conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos.

Especialistas reconocen que el aumento del consumo de plásticos de un solo uso está provocando una catástrofe ambiental mundial.

Sin embargo, el pasado 21 de mayo se vislumbró una luz de optimismo y compromiso medioambiental cuando la Comisión Europea (CE) adoptó una norma que prohíbe para el 2021 los productos plásticos de un solo uso en mares o playas. “Los productos plásticos de un solo uso serán prohibidos en el mercado, como cubiertos, platos y absorbentes. Para otros productos, el enfoque está en limitar su uso a través de una reducción”, indicó el vicepresidente de la CE, Frans Timmermans.

Timmermans precisó que las reglas adoptadas “nos ayudarán a proteger la salud de nuestra gente y salvaguardar nuestro entorno natural, al tiempo que promovemos una producción y consumo más sostenibles”.

La norma establece que estarán prohibidos además los envoltorios, vasos y envases de poliestireno para alimentos, los cuales ya no serán utilizados en los países de la Unión Europea a fin de reducir su impacto en el medio ambiente. De acuerdo con la CE, esos productos representan cerca del 70 por ciento de los deshechos plásticos que contaminan las aguas y las playas del territorio comunitario.

Según se conoció, Noruega y Mónaco se han sumado al proyecto, al igual que Antigua y Barbuda, el primer país de América Latina y el Caribe en prohibir los plásticos de un solo uso.

Naciones como Australia, Bangladesh, Italia, Irlanda, Israel, Sudáfrica, India, Canadá,  Botswana, Kenia, Tanzania, Taiwán y Singapur también han tomado medidas drásticas contra el uso de las bolsas de plástico.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible han generado un marco global propicio para ordenar y proteger de manera sostenible los ecosistemas marinos y costeros de la contaminación, así como para abordar los impactos de la acidificación de los océanos.

Sin embargo, los retos que enfrentan los océanos son grandes y muchos; algunos, incluso, parecieran imposibles de vencer, todo dependerá de la voluntad y el empuje de la humanidad toda, consciente de que es esta la única casa hasta ahora posible.

 

 

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