No es la 4T que queremos: despedidos

* Reclaman trabajadores del gobierno federal y de la Ciudad de México alto a despidos injustificados * Vamos contra “un sistema que nos resultó peor en corrupción y negligencia” que el anterior, aseguran

Genaro Rodríguez Navarrete
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Convocados a través de los hashtags #QueremosTrabajoDigno, #TransiciónSinDespidos y #NoSomosAviadores, trabajadores despedidos de diversas dependencias del gobierno federal y local, realizaron un mitin, la tarde del 9 de febrero, al pie del balcón central del Palacio Nacional, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Al grito de “¡Nos somos aviadores, somos trabajadores!”, “¡Alto a los despidos injustificados!” y “¡Plenos derechos laborales para las y los trabajadores estatales!”, exigieron al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, basificación, reinstalación y, en algunos casos, indemnización conforme a derecho.

Los manifestantes dijeron representar a “miles de trabajadores al servicio del Estado que perdimos o perderemos el empleo injustificadamente con la transición de gobierno”. Hubo allí delegaciones varias de Pro México, Instituto Mexicano de la Juventud, Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

La “austeridad republicana” se ha traducido en el cese de cientos de trabajadores precarios, por lo que evidentemente, “no es la transformación que queremos”, denunciaron.

Enérgicamente afirmaron: “¡No somos aviadores! Laboramos entre nueve y 14 horas al día, sin pago de horas extras; con mucha carga laboral, no tenemos seguridad social, aguinaldo o vacaciones. Ganamos en promedio entre 5 mil y 8 mil pesos mensuales, nuestro salario no ha tenido incrementos hace una década y nos pagan con retraso”.

Aseguraron estar sometidos a un injusto régimen de “contratos simulados, ya sea por honorarios, outsourcing, eventuales, servicios profesionales o Capítulo 3000, que nos niegan reconocimiento de relación laboral y así, nuestros derechos. Estas condiciones fueron extendidas por los gobiernos anteriores, los empresarios y charros sindicales”.

Dieron cuenta de que “al menos 22 mil personas que trabajan al servicio del Estado han sido despedidas en los primeros 60 días de gobierno” de la cuarta transformación. “El objetivo para el sexenio es despedir a 222 mil 515 trabajadores estatales”. Solo en la capital del país “se ha anunciado el despido de al menos 32% de los trabajadores de honorarios”.

La austeridad republicana, estimaron, se aplica de manera diferenciada porque mientras por un lado se despide a trabajadores, por otro, “se destinan sumas millonarias al Ejército y la Marina, a través de la Guardia Nacional, cuando ha sido la militarización la responsable de cientos de asesinatos y violaciones a los derechos humanos en los últimos años”. Por ello se pronunciaron a favor de que “el presupuesto se ocupe para salud, educación, cultura y mejores condiciones laborales y no para más militares”.

“El objetivo de este mitin es buscar resarcir los derechos de los trabajadores que pese a tantos años de esfuerzo no hemos sido reconocidos. Al contrario, nos han precarizado y sometido a insultos”, explicó Guillermina Sánchez Valle, extrabajadora de la alcaldía Álvaro Obregón y víctima de mobbing o acoso laboral.

“Yo formaba parte de la famosa Nómina 8 (Programa de Estabilidad Laboral); es decir, de aquellos en lista de espera para obtener una basificación. La ley establece que con seis meses un día, ya se tiene ese derecho. Pero se dice que no ha habido plazas de base, cuando en realidad son un botín político.

“Estamos pidiendo la reinstalación o basificación a la cual tenemos derecho. Demandamos respeto la dignidad que nos ha venido a agraviar. Vamos contra un sistema que nos resultó peor en corrupción y negligencia, comparado con aquel que tuvimos anteriormente. La lucha apenas inicia. Si bien como trabajadores ya estábamos cansados y pedíamos un cambio para liberarnos y poder servir, ahora se sigue tomando a la gente como botín político. ¡Queremos respeto a los derechos humanos y laborales!”

Libia Galicia, terapeuta físico certificada, extrabajadora del área básica de rehabilitación del DIF, en la Unidad Villa Milpa Alta –al sur de la Ciudad de México–, centro del que fue fundadora en 1998 y en el que prestó sus servicio por más de 20 años –tiempo durante el que vivió con contratos por un mes, sin comprobante alguno, con un salario bajo– fue despedida de manera injustificada. Ahora ha venido a demandar su finiquito o reinstalación ya que “como ha dicho el presidente: “Primero los pobres”, y todavía más aquellos que sufren discapacidad. Mi trabajo está enfocado a ellos: desde recién nacidos hasta adultos mayores”.

Leslie Galicia, exempleada del Sistema Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria y Alimentaria, órgano desconcentrado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, señaló que “estamos aquí para desmentir que no somos aviadores. No se puede negar que sí los hay, pero la mayoría somos trabajadores reales, a los que se está despidiendo. Trabajábamos de nueve a 14 horas al día; sábados, domingos y días festivos. En mi caso, portaba un radio receptor que debería tener prendido las 24 horas y los 365 días del año para atender cualquier emergencia. No estamos pidiendo nada que no sea nuestro trabajo. La situación en el país es tan complicada que no hay vacantes. Las oportunidades que a veces se presentan son mal pagadas o de trabajo eventual”.

“Creo que el presidente López Obrador no sabe cómo se están haciendo las cosas. Al menos no lo tiene claro, al generalizar que los despedidos son aviadores. Con ello la decisión está justificada; pero no: somos trabajadores reales”.

¿Acaso no podría ser beneficiaria de alguno de los programas presentados por el gobierno federal?

No me cubren. No soy gente de la tercera edad ni tampoco joven. Soy adulto de más de 40 años. A esta edad no es fácil que nos contraten. Por otro lado, padezco de una enfermedad muy rara llamada plexus venosus en el canal medular que requiere un tratamiento muy caro; y se me complica pagar sin un sueldo, sin seguro y gastos médicos mayores. No tengo manera de solventarlo. Y si dejo el tratamiento, simplemente no puedo caminar.

Galia Domínguez, vocera de la campaña “#TransiciónSinDespidos”, aludió en entrevista que como jóvenes estamos pidiendo algo muy simple: respetar el artículo 123 constitucional que habla de nuestros derechos laborales, del trabajo digno, con pago a tiempo.

¿Me está diciendo que el programa de empleo dirigido a los jóvenes no cubre sus expectativas?

Creo que podría ser un buen intento para que los jóvenes tengamos experiencias. El problema es que dura solo un año. Cuando se acaba tienes que engrosar las filas del desempleo. Si los únicos trabajos que hay son precarios, sin prestaciones ni seguridad y en cualquier momento te despiden, pues da lo mismo. Seguiremos precarizados.

Domínguez añadió que sus peticiones tienen un destinatario: el presidente de México. “Nosotros votamos por él con la promesa de que se iban a recortar los sueldos en los altos niveles, pero a quienes nos están aplicando la política de “austeridad republicana” es a los que ganamos menos de 5 mil pesos. No es un problema local, los trabajadores han sido despedidos en todo el país y en diferentes dependencias como el Servicio de Administración Tributaria, Pro México y el Instituto Nacional Electoral.

Al margen de los partidos políticos, los manifestantes se han planteado el propósito de darle organicidad a su movimiento. Han programado para ello una serie de asambleas –como la del 19 de febrero en instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas– para discutir y definir un plan de acción rumbo a la conformación de la Coordinación de Trabajadores Estatales.

 

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