¿Cuánto recortará AMLO en medios de comunicación?

Raúl Caraveo Toledo
@raulcaraveo

Jesús Ramírez Cuevas designado coordinador de Comunicación Social en la próxima administración participó en el Foro: Hacia una agenda legislativa en materia de comunicación pública, de su participación destacan declaraciones que manifiestan el respeto por las líneas editoriales de cada medio como un derecho intocable, sin embargo es necesario transparentar las posturas; en este sentido, Ramírez Cuevas dice promovemos y creemos en el pluralismo informativo, pero también creemos que debe haber un espacio para que los ciudadanos, sin que medie interés editorial, de grupo o político o económico pueda acceder a la información libremente y esa es la labor de los medios públicos.

Creo que es bastante claro, algunos medios, me atrevería a decir: los medios más poderosos defienden intereses económicos y políticos –quién lo puede dudar–  hace falta un debate más serio para no quedarnos en la superficialidad.

Lo que viene es importante, se trata de un cambio de paradigmas, transformar la relación medios-poder a un esquema transparente, donde se privilegie la información real y objetiva a la sociedad.

Alguien puede dudar del papel de los grandes consorcios de medios de información que hoy aludidos siguen queriendo tergiversar las declaraciones de Jesús Ramírez. Creo que las lecciones que nos han dado eventos trágicos y tristes como el de 1968 y el papel de los medios de comunicación masivos (prensa, radio y televisión) son un buen ejemplo.

La falta de debate serio para cuestionar políticas públicas de los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto, por ejemplo, en cuanto a la seguridad, corrupción, impunidad, en fin.

La función de los medios hoy es cuestionada por los ciudadanos que cuentan con más y mejores herramientas para allegarse datos, cifras, videos, comentarios, en todos los niveles. El poder de la oligarquía de los medios quedó destrozado en cuanto a honestidad y legitimidad, su prueba de fuego fue el uno de julio pasado.

Felipe Calderón gastó en publicidad, propaganda y medios de comunicación 20.5 mil millones de pesos 40% más que Vicente Fox. A tres meses de terminar su sexenio. Mientras que Enrique Peña Nieto en sus primeros cinco años gastó 2,000 millones de dólares es decir algo así como 38 mil millones de pesos, cifra medida por The New York Times, a diciembre de 2017. Con dicho ritmo, para diciembre de 2018 al finalizar su sexenio estaría gastando 41.5 mil millones de pesos. (Datos obtenidos del centro de análisis e investigación Fundar).

En un país con las condiciones de México, el anterior manejo de recursos para imagen y promoción de un gobierno, de un presidente o de acciones de Estado es una seria contradicción. Carece de sentido ético, moral o social.

Cuando Andrés Manuel López Obrador se refiere a reducir al 50% las erogaciones por publicidad, propaganda y medios estoy completamente convencido que se estaría quedando corto en cuanto a su estimación. Si AMLO reduce al 50% el gasto en medios estaría erogando la mitad de lo de Peña 41.5 mil millones de pesos o sea 20.75 mil millones de pesos, con lo que estaría rebasando lo gastado por el sexenio de Felipe Calderón.

En todos los análisis de manejo del gasto en medios, los más beneficiados siempre son los mismos: Televisa, Tv Azteca, Grupo Fórmula, seguidos de los medios impresos que ya conocemos. Hoy algunos se proclaman defensores de las libertades, defensores del viejo esquema de relación con el gobierno, no aportan nada nuevo, no salen de la superficialidad y navegan en un océano de privilegios.

El cambio de régimen –singular– empático a los ciudadanos viene con otras formas, los medios privilegiados demostraron su ineficacia, ineficiencia, inmoralidad, oportunismo, de cara a la sociedad y el voto se los cobró. Lamentamos que, si no cambian y se profesionalizan, si no buscan como valores la honestidad y veracidad tenderán a desaparecer. Ser portavoz de un medio y alcanzar a ser el más visto o el más escuchado o leído no signifique que es el más aceptado o seguido en sus comentarios, el pasado proceso electoral algo debió enseñar a personajes como Joaquín López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Óscar Mario Beteta, Carlos Loret de Mola, entre muchos otros que hoy no tienen un mínimo grado de credibilidad frente a sus auditorios.

Mientras que en Nueva York hay cinco diarios impresos, en Londres son 12, París tiene nueve, Madrid sólo 10, Buenos Aires cuenta con 13 y en la Ciudad de México contamos con 34. Lo que explica el gran negocio que ha sido contar con un pasquín que solo sobreviva por el financiamiento de políticos de los gobiernos de cualquier nivel. Y esto se reproduce a nivel local, en todos los estados de la república.

En este marco es donde se inscribe la creación de un nuevo diario capitalino llamado Contra Réplica, dirigido por Rubén Cortés, con el fin de salvaguardar los intereses de Miguel Ángel Mancera y enfrentar –como ariete– la nueva administración capitalina de Claudia Sheinbaum y Morena; a qué puede apostar un diario más en el nuevo escenario.

 

 

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